KEKA
Te hemos recogido en la calle hace algo más de diez años, delgadita y llena de golpes, te hemos llamado Keka, te hemos cuidado como a una reina, con todo nuestro cariño, nos has hecho muy felices, te quisimos tanto tanto que nos cuesta mucho vivir sin ti. Qué bonita, fiel, cariñosa y que buena fuiste. Las niñas siguen hablando de ti. Qué grande es tu ausencia y cuánto te echamos de menos. Te hemos hecho la mejor despedida que nunca habríamos podido imaginar, pues dentro del dolor de perderte hemos encontrado el lugar más digno para decirte adiós. Se llama Cremandogal, cuando llegamos para el acto de incineración te tenían preciosa, tanto que hasta te he hecho una foto. Acostadita en una camita, tapadita medio cuerpo con una bonita mantita, con flores y lucecitas, te abracé y te besé, tuve la oportunidad de tenerte otra vez en mis brazos. Muy peinadita, el pelo brillante y olías a gloria bendita. Fue muy emocionante. Ahora te tenemos en una urna, nos acompañas de nuevo en casa, en tu casa, la que te ha hecho feliz, como tú te merecías. Cada día te abrazo unas cuantas veces, a ti y a Otto que también está en su urna, ahora estáis juntos de nuevo. Os queremos muchísimo, con vosotros hemos aprendido mucho. Siempre estaréis en nuestro corazón.
Nuestro agradecimiento al personal de Cremandogal, no tengo palabras para describir su atención y profesionalidad, lo más importante para ellos son las mascotas, parece que son de su familia. Esto reconforta a las personas que como nosotros no tenemos consuelo.
La calidad de su trabajo está muy por encima de lo que cobran.
Millones de gracias.
Mucho agradecimiento también a Vanesa, Clínica Veterinaria La Guardia, que nos ha ayudado en todas las gestiones necesarias para tu despedida. Gracias Vanesa una y mil veces.
Hasta siempre Keka, mi niña bonita.
